Hola! Ya estoy de vuelta en la soleada España... OUCH!!!
Supongo que debería estar agradecido por eso de poder ver el sol, comer de forma sana, y no dejarme la mitad de mi fortuna cada vez que pido una copa, pero ahora mismo sólo puedo pensar en volver a Londres!!! Y es que, a quien le importa que el tiempo cambie cada dos minutos cuando, a cambio, puedes salir de fiesta un martes y acabar comiendo sushi a las dos de la mañana.
(suspiro)
En fin, de momento tengo muy pocas fotos, así que esto sólo es un avance. Además, como para ver fotos de los monumentos ya está google, me voy a limitar a colgar algunas de las fotos estupidas que nos hicimos por tierras inglesas. Empezaremos, como no, con la foto del reencuentro, tomada cerca del mercadillo de Portobello, en Notting Hill. Por cierto, ¿como puede gustarle a alguien los mercadillos? ¿Realmente conoceis a alguien que necesite una lupa vieja gigante o un pack de 50 botones blancos?

En esta foto, Maite y Julia son todo sonrisas, pero deberiais ver como estaban despues de tres semanas de lluvia, McDonalds, y catarros varios siempre solucionados con unos gramitos de Paraceta (dicho con voz de Yonki, por supuesto). Para que os hagais a la idea del destemple que llevaban, notese que en la siguiente foto, Julia lleva jersey de cuello vuelto mientras yo voy en camiseta.

En fin, la verdad es que otra de las cosas que hacen grande a Londres es su infinito abanico de ofertas culturales y de ocio. En dos semanas he visto más exposiciones que en toda mi vida, incluyendo una de Dali por la que tuve que pagar 11 libras por tener el carnet universitario caducado. OUCH!

Tambien se agradece tener parques por todas partes, no como en Zaragoza, que lo mas parecido a vida vegetal que tengo en dos kilometros a la redonda son los geranios de la vecina.

Por no hablar de la diversidad de sus habitantes. Para muestra, esta congrecación de Hare Krisnah en pleno Trafalgar Square. Eso si, mucha paz y mucho amor pero bien que se sacaban sus dinerillos vendiendo bolsos y demás...

En cuanto a mis compañeras de viaje, creo que el paraceta no les sentó demasiado bien a la cabeza, o si no, mirad como intentaban recrear cierta escena de Notting Hill (este es algo así como el intento 5, cuando ya habían descartado fingir el embarazo)

Eso sí, a pesar de las risas, también me dieron más de un quebradero de cabeza, aunque quien puede guardarles rencor cuando te ponen esta carita...

En fin. Que Londres es genial. Que si hubiera dependido de mí, me habría quedado directamente a vivir allí, en lugar de volver a España, a ser golpeado por el duro puño de la realidad actureña...

Bueno, ya vale por el momento. Lo próximo será un monográfico sobre el Red Lion, el pub más casposo de todo Londres (y por ende el más barato), en el que se grabaron los mejores videos de todo el viaje. Sin embargo, eso tendrá que esperar a que vuelva de mi otro viaje del verano, en esta ocasión a Italia, a visitar a mi hermano. Eso sí, antes de nada, ¡muchos besos para todos los que han ayudado a hacer de estos días una experiencia inolvidable!